Mintz, Frank

Tierra y Libertad : Memorias de un campesino anarcosindicallista andaluz

sindicalismo: anarcosindicalismoEspaña : siglo 20Andalucía (España)MINTZ, Frank (1941-....) ; pseud. Martin ZEMLIAK, Israël RENOV

Barcelona: Grijalbo, 1979, 261 pp.
El libro es excepcional por ser parte de las memorias (reducidas por razones de espacio y dejar el libro accesible económicamente, bajo la responsabilidad del prologuista y amigo del autor Antonio Miguel Bernal) de uno de los que estimularon la colectivización de 1936 a 1939 en la Andalucía republicana y parte de Extremadura. La narración es cronológica y cubre el periodo de 1912 a 1955, insistiendo en 1930-1940.
Por las responsabilidades que ostentó durante años a pesar de su salud muy frágil, entre campesinos a veces dispuestos a seguir al cacique aunque eran sindicados (p.43) y ciertos personalismos militantes, dio muestra Rosado de un temple particular. Con gran franqueza nos explica Rosado parte de sus opiniones :
"Jamás creí en la eficacia de la acción improvisada" (p.60)
y dados tal evidencia y su claro rechazo de las intentonas de comunismo libertario antes de 1936, se lee y se deduce el treintismo agresivo que permite comprender alusiones crueles y calumniadoras (p.64,65,89) como ésta para Casas Viejas
"sin noción alguna de cultura general un determinado número [de braceros] se lanzan al asalto del cuartel de la guardia civil, que como es de suponer no serían recibidos con aplausos y vivas al comunismo libertario, que el anciano Seisdedos les había prodigado" (p.86).
Fue sin duda el mismo concepto de preparación y de eficaz orientación y dirección, llevada a cabo por hombres experimentados y conscientes de su responsabilidad (p.60) lo que le hizo aceptar en 1931 el cargo de empleado administrativo de la CNT, con el fin de organizar 1os sindicatos a partir de su pueblo de Morón de la Frontera en la serranía que está en Cadiz, Sevilla y Málaga. También hace de apaciguador de polémicas (entre Vallina y el CR), si bien su odio a Carlos Zimerman es increíble (p.63, 140, 209, 256)
Notable en un clima de hambre e insurrecciones es la táctica de acuerdos directos con la patronal para la contratación estable de jornaleros para la aceituna en Morón de la Frontera en 1932, que parece haber afectado a 15.000 personas (p.84).
El principio de la guerra cogió a Antonio en el sanatorio del compañero médico Vallina en Cantillana, y tenemos una descripción sobria y eficaz de su llegada a la parte republicana. Allí, los compañeros andaluces del CR le encargaron de coordinar la economía rural, o sea Málaga, muchos pueblos de Granada,
"unos veinte de Córdoba, toda la provincia de Almería y la rica provincia de Jaén" (p.138),
y luego atenderá Extremadura,también. Dado que el libro es una biografía, no da descripciones muy precisas del proceso colectivista (ni de otros). Y otra vez topamos con el treintismo intelectual ( si lo siguió o no es otro problema) de Rosado : evocando el trabajo por él organizado de estadísticas u organización de los intercambios entre colectivos suelta :
"Pero los resultados que se conseguían realmente no correspondían al agotador esfuerzo que realizábamos. Aquel ensayo de colectivismo de inspiración marxista representaba una novedad en 1os medios rurales de nuestra península. No se debía a un proceso de madurez y capacitación de los hombres del agro, y sí de algo improvisado por las exigencias de la guerra, con las dificultades inherentes a un conflicto de tal magnitud. Cuando se tenía coordinada la parte administrativa de una de aquellas colectividades, solíamos recibir comunicación de que el delegado administrativo se incorporaba al ejército, por estar comprendido en edad militar, o porque, fracasado y aburrido había decidido marcharse voluntario al frente" (p.l51). "Los problemas se sucedían de forma atropellada y de continuo. Los factores económicos de las colectividades a nuestro cargo eran de una complejidad enorme, y mayor el trabajo que nos proporcionaba, sin contar con las ingratitudes que teníamos que soportar, por la incomprensión de unos, los personalismos de otros y el materialismo de los más. "(p,l83)
Esto es el Rosado Negro, pero existe también el Rosado Rojo que se ufana de las 600 colectividades andaluzas (p.189), muestra la preparación de la campaña del aceite y el intercambio directo y la consecución de un préstamo del Estado, selecciona, ordena la documentación sobre la autogestión para mandarla a un compañero andaluz r esidente en un país de la América del Sur (p.204) y eso a fines de 1938, sin que aquéllo le impidiera alentar a 1os campesinos a proseguir sus esfuerzos, él que veia la guerra perdida. Cierto respeto a la patronal aparece cuando en 1os últimos días de la guerra transmite la consigna de continuar el trabajo en 1os colectivos, en particular en Los Propios (Ubeda), hasta que se presentase el antiguo propietario para darle el i nventario hecho por duplicado de todas las existencias , acompañado del inventario de lo que había al tomarse posesión de la finca (p.217). Parece que el propietario estuvo muy contento y rogó a 1os compañeros se quedasen hasta que él organizara
"al personal que había de sustituirlos" (!.!p.220).
En la cárcel, como era de suponerse,Rosado salva a algunos gracias a extrañas amistades (p.24) e influencias (p.241,242). E1 final del libro cuenta cómo por 1os años 40, ¿?, fue contactado por la falange y se negó a ir, si bien deja hacer a un compañero cuyo trabajo
"le resultaba muy penoso y poco remunerador" (p.257)
que así fue funcionario falangista. Pero como no era trigo limpio pusieron a otro falangista,y Rosado concluye :
"En la comedia de la colaboración, los que no somos trigo limpio sólo nos estaría reservado desempeñar el papel de payasos" (p.258)
Lo que me induce a pensar que de haber medrado el ex cenetista en la falange, Rosado habría entrado.
El final de la redacción del libro en 1968, 1os cortes de la editorial, la muerte de Rosado(1889-1976) no dan pie a concluir ni a calumniar (que el pobre de Zimerman cobra sin que se sepa porqué) pero Rosado se parece bastante a García Oliver en el modo de lucirse el ombligo estirnerista y portarse como un autoritario para quien la autogestión durante la guerra civil se limitó a 1os esfuerzos propios ante la apatía colectiva ... como si algunos sloganes no respondieran a necesidades profundas sentidas por todas.
E1 libro, pese a sus silencios (falta de datos sobre 1os colectivos y de análisis de la evolución de la CNT-FAI), es una aportación que hay que conocer.
Frank MINTZ