CHILE: "El pendrive de cuatro gigas"

jóvenes y juventudChilePolítica. Público (Esfera del) Chile.- Historia del anarquismo

Me gusta el barrio Yungay. Para el que llega de el campu (Quilpué, Villa Nazi, Limache) es más fácil mimetizarse y vivir más piola que en cualquier otra parte de Santiagors. No como puede pasar si llega uno con la canasta de huevos a Providencia, donde todos te miran con cara de lanza internacional.
El Chiste del provinciano está desgastado y repetido, y no viene al caso. Comiendo algo, antes de retornar a mi ciudad llena de bosques que serán arrasados en virtud del plan intercomunal de Valparaíso (¿No tenía razón al advertir que todas estas weás las aprueban en vacaciones de verano para que entre culos y toallas, nadie note aún más las tétricas decisiones?), una de las chicas con la que estaba hablando, cuyo nombre y contexto no viene al caso citar, dijo en referencia a la génesis de la serie de movilizaciones estudiantiles de 2006: “Ese movimiento se gestó en una cúpula de veinte personas, todas listas y dispuestas a poner la firma en el formulario de militancia de las juventudes socialistas”.
Constatación de una triste realidad. Era el último bastión de la dignidad el que se derrumbaba, el último hilo del mito que tenía más de espectáculo que de realidad; el movimiento —que ridículamente fue bautizado como “pingüino”, vocablo, que a falta de otro mas ingenioso, hemos incorporado como válido para la rápida referencia en el discurso cotidiano —dejaba desnuda su condición de montaje por parte de las élites.
Éites que se han tragado la mula del “joven líder”; desde el gobierno hasta El Mercurio, refuerzan la tesis de que debe existir gente capaz de “conducir” (¿No será mejor expresarlo directamente como “manejar”?), es decir, gente superior que debe pensar por el resto. Y es así como los agasajan con reconocimientos públicos (Todos los años la Revista El Sábado hace un ránking) O el gobierno que crea seminarios para “Jóvenes Líderes”; gente que dedica trabajos voluntarios dentro de la institucionalidad establecida, como las Colonias Urbanas, u otras iniciativas de carácter asistencialista.
Nihil Novi sub sole
¿Usted fue presidente del centro de alumnos? Sabe bien de lo que hablo. Una invitación del FOSIS, del INJUV, para una jornada dedicada a los “Jóvenes Líderes”. Antes de la “Revuelta Surrealista” (Nombre alternativo a la movilización estudiantil de secundaria del año 2006 cuyo sustento explicaremos en un par de puntos más) estos estaban enfocados básicamente en dirigirlos hacia la creación de “liderazgos” en la medida que se les otorgaban posibilidades de realizar jornadas de reflexión con sus “pares” (es decir, encontrarse con otros dirigentes de otros colegios) y darles herramientas de control político. Esto se expresaba en un desfile de pedanterías insoportable, en palabras de Serrat, “A ver quién es el que la tiene más grande”. Porque no vamos a negar, cada cual buscaba demostrar quien era el más lindo, el más popular, el que poseía la mejor retórica o ver quién hablaba más fuerte. La mayoría de quienes se presentan a estos cargos lo hacen por experimentar el “poder” (jajaja, pobres hueones) y marearse por el sentimiento de superioridad que les otorga el cargo. El Sentido de servicio público… las weas de Sansón.
Post pinguinada, estas se reenfocan en la “solución de conflictos dentro de la escuela” lo cual suena muy conveniente y práctico. Lo serían, sin duda… salvo que no se tratara de la resolución del problema del bullying. El Bulling no es el problema que el gobierno trató de abordar con sus nuevas jornadas. Lo que buscaban era amagar todo intento no sólo de organización, sino que las reivindicaciones se lavan en casa y se acabó. Descubierta la farsa, afortunadamente existieron en ese tiempo canes y sabuesos lo suficientemente despiertos de nuestro lado para que al menos las bases no tragaran la mula. Y si bien ya estaban bastantes achacadas por las consecuencias de la rebelión, no adaptaron la nueva imposición que sus dirigentes, sus “líderes” sospechosademocraticamente elegidos les ofrecían.
Cronología de la revuelta surrealista
Fue surrealista en el sentido de la subjetividad del tipo que la vive desde la base. Evidentemente que en la lógica ahistoricista, esta seguirá siendo la Revolución Pinguina, las Movilizaciones de 2006, un par de pendejos hueones que se dedicaron a romper vidrios de puro ociosos y bajaron dos ministros. Pero desde la subjetividad de quien apoyó desde la calle, de quien se cagó de frío en la puerta de la toma mientras todos follaban encima del escritorio del director, coincidirá conmigo con que el surrealismo se apoderó de esos días. Era lo que nadie se esperaba: gente en la calle, estudiantes enfurecidos luego de acumular toneladas de resentimiento, la represión desatada en función de la protección del status quo; la luma contra la pluma, el lápiz y el teclado. Estudiantes que se movilizaban sin miedo a las consecuencias, tal vez por valentía exagerada o una poco prolija medición de los riesgos que se corrían, el ciudadano de a pie que veía a su hijo en la acción (acción que se puede entender incluso desde un punto de vista jurídico) y lo creía justa vindicación de derechos; la tesis de la criminalización no pudo contra la estrategia política del dirigente estudiantil.
En la última frase es donde opera la ficción y este hecho ahistoricista descubre su vocación espectacular. Antes de desnudar el espectáculo, es preciso contextualizar.
El 15 de Marzo de 2006 se realiza la primera reunión de la CES en Quilpué, con gente de Villa Alemana incluída. Un estudiante universitario, al cual mirábamos con cierta desconfianza, no porque algun detalle de lo que nos decía podía ser mentira sino por que le temíamos la aplicación de la máquina, nos señalaba que la CES en Quilpué era la única en todo el país, que tanto los secundarios de Santiago estaban dormidos y los universitarios pululaban como zombis políticos, por tanto se sentía la misma sensación del niño de siete años mirando Cosmos de C. Sagan; una horrenda certeza de soledad en un universo inconmensurable.
Y luego las noticias que hablaban de las primeras protestas en las escuelas de Lota; todos queríamos hacer contacto con los secundarios de allá para levantar lo que sería la coordinadora nacional. Hasta que aparecieron los santiaguinos y caímos en la cuenta de que estábamos, en el fondo, haciendo el loco. Y es ahí cuando la gente se admira de la organización y habilidad que tuvieron los dirigentes…
Dirigentes que recibían esos consejos y esas directrices para manejar el hecho en las propias cúpulas políticas. Si después de todo no operó la autoformación, como en regiones; en Santiagors fue todo un despligue estratégico de cuadros, de dirigentes que deseaban sobresalir y buscar la posibilidad de dar el gran codazo y saltar al parlamento, de ser considerados ejemplo para el resto. ¿En qué coincidían “dirigentes” (que en realidad eran simples voceros pero se comportaron como dirigentes) estudiantiles de la UDI, RN, el PS y el PC? En el deseo narcisista de salir en TV, de darse a conocer. De lo contrario no hubiese ocurrido la extraña aparición de cientos de dirigentes en regiones, todos pegando codazos para salir en TV y demostrar que son un estadista en potencia; tratando de expulsar a los que iniciaron la joda para poder plasmar su cara ante los medios, en desmedro absoluto de las demandas legítimas.
¿Y qué refuerza aún más esta teoría, de que los voceros y las caras que “encabezaron” las movilizaciones, sólo buscaban fama? César Valenzuela es un ejemplo potente. Las razones de que se bajara de las movilizaciones son que evidentemente le ofrecieron estudios superiores gratuitos si se dejaba de hinchar. De lo contrario no se entiende que a finales de 2006 Valenzuela declarase al Mercurio que toda movilización extra es innecesaria pues “ya hay una mesa de trabajo” y echándole toda la culpa a los profesores de la mala educación que se imparte, como si ellos fueran los culpables de que a los estudiantes se los promoviesen de curso en serie como si fuesen embutidos. A otros dirigentes, que incluso no salieron en televisión, les ofrecieron la carrera de derecho completamente gratis en la U. Miguel de Cervantes, controlada por la Democracia Cristiana.
Y para más recacha, la confirmación de todas estas sospechas se verificó al hablar con una integrante de un colectivo del Liceo 1 de Niñas, el mismo donde la represión contra las chicas que se movilizaron ha sido de características dictatoriales, todo por defender su toma echando agua con jabón en el piso para que los nobles carabineros orden y patria y weá se resbalaran.
La mesa de trabajo fue la excusa perfecta para deslegitimar toda instancia de protesta y vindicación, pues se señalaba que “ya se está negociando y cediendo”, y por tanto a cualquier otra forma de movilización corresponde reprimir de la peor forma. Hoy vemos que los resultados de esa mesa finalmente terminan por consagrar definitivamente la educación como una mercancía y benefician aún más a los privados, gracias a la intervención de la Derecha política, hoy la LGE garantiza el lucro a partir de la utilización de un burdo eufemismo (“emprendimiento privado”) y, como dicen Los Bunkers en Me muelen a palos, “Nunca hemos ganado nada y tampoco vamos a ganar.”
Subjetividad: por qué en regiones se la puede llamar revuelta surrealista
Desde las subjetividades de vivencia de pueblo, y ante el absoluto desconocimiento de los antecedentes del origen de todas estas movilizaciones en Santiagors, en Regiones el hecho de que tanta gente se sumara, que mantuviésemos 10000 weones en la principal calle de Valparaíso, que los Universitarios se sumasen a la joda, que de los edificios cayese papel picado… parecía el día V en Londres, había la certeza que le habíamos ganado a los mercaderes de la derecertación, que poco menos se iba a instaurar la dictadura del proletariado… habían hasta panfletos llamando a los soviets. Algo que sólo se pudo haber dado en los sueños, surrealismo puro.
Quizás yo la viví surrealista porque justo había leído Libro de Manuel de Julio Cortázar, y encontré ciertas correlaciones entre lo narrado en el libro y lo sucedido durante el proceso de movilización que, descontextualizados de forma brutal, se vuelven coincidencias. En Libro de Manuel nos encontramos con un operativo subversivo llamado “la Joda”; un grupo de amigos los cuales se dedicaba a realizar micro-subversión como por ejemplo, comer de pie en restoranes ultra-refinados; la presencia de un bebé como eje de la historia, y por último, el más importante de todos, la presencia de un pingüino, de esos que gruñen y comen pescados, en un container, como medio de financiamiento de la revuelta. Pues el container en realidad estaba forrado de dólares falsos que… ah, gueones flojos, comprense el libro y leanselo, yo lo encontré a dos lucas y original, no creo que les cobren más por eso a menos de que vayan a esas librerias culias saturadas con Cohelo y Harry Puto.
Claro, al despertar, nos dimos cuenta de que todo sólo correspondió a una absurda idealización.
Y en Santiago, nuevamente veinte estudiantes, una cúpula de veinte estudiantes de nuevo vuelven a planificar lo que será la Joda, la cumbia o la cueca de Marzo Abril y Mayo. Helmut, el presidente de la FECH, buscando la forma de que su biografía en Wikipedia contenga 40 Kilobites en vez de tres. Y en las casas, mascando resentimiento y desilusión, los que confiaron en que realmente estaban forjando un cambio, en que estaban llevando a cabo una revolución, los que vivieron la joda del 2006 con caracteres surrealistas.
Son los traumados por la revolución pinguina.