BARRET, Daniel. "Génova 2001..." - Documento #6: Las opiniones de "El trío Lescano"

Sociedad. Manifestations represiónGénova (Italia)Economía. G8Derecho. Europol

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1. La ostentación de potencia que ha manifestado el G8 ha alcanzado su máximo simbólico en el enroque del tablero rojo. Contemporáneamente el mensaje enviado al mundo ha alcanzado su nivel mínimo de audiencia: el gran espectáculo puesto en escena ha encontrado una platea casi vacía, preocupada en otros negocios. Los Ocho deben constatar que no es aún el momento de la santificación popular de sus obras. Continuarán actuando como lo han hecho siempre, pero sin ese halo de reconocimiento y de agradecimiento que tan tenazmente han buscado transformando sus encuentros en advenimientos de época. Replegándose sobre las Montañas Rocosas canadienses han decretado el fracaso de su accionar simbólico
2. Satisfecho en el plano simbólico el movimiento de contestación y de lucha no puede ser satisfecho en el plano concreto de las cosas. Los procesos de globalización del mercado, la invasiva presencia del capital, la reducción de la vida a mercancía, continúan a gran velocidad. Estos procesos no se detienen recurriendo a limosnas (por otra parte ridículas como las decididas en Génova) ni siguiendo ilusiones (como la Tasa Tobin, que además es altamente indigesta a los estómagos fuertes de la especulación). El sistema de poder global se combate con la lucha global, construyendo relacionamiento y proyectualidad entre los distintos sujetos que, en los distintos ángulos del mundo, expresan resistencia y alternativa. No se trata de seguir fantasmas centralistas, sino de potenciar mayoritariamente aquellas que son las características del movimiento en curso: la autoorganización, el federalismo, el reconocimiento de las diferentes identidades dejando al debate interno la tarea de asumir limites, involuciones y potencialidades.
3. Como cada movimiento, éste también contiene en su interior almas e intenciones variadas. Desde quien pretende ejercer representación a quien lo vive como un condominio. Desde quien lo vive con un ojo mirando a la política de su casa, a quien sin embargo está preocupado en la propagación religiosa en tierras lejanas. Desde quien esta preocupado por el ambiente a quien por el mercado de trabajo. Desde quien propugna el internacionalismo proletario a los defensores de las nacionalidades oprimidas.. Y mucho más. La construcción del sistema global de poder ha significado la asociación, de manera progresiva, de las mas variadas formas de oposición, incluso contradictorias, que se manifiestan. Formas de oposición, también operativas, de maneras diferentes según la radicalidad o la proyectualidad que las caracteriza.
4. En Génova confluyeron las distintas almas del movimiento que, a nivel internacional, utilizan los encuentros de los representantes del sistema global de poder para evidenciar su presencia y sus métodos de lucha, utilizando el sistema mundial de información esperando así la posibilidad de propagandear sus contenidos. De Seattle en adelante ésta ha sido siempre una constante. Y también un limite del movimiento. De hecho la atención puesta en los efectos mediáticos de la contestación se ha vuelto para algunos tan preeminente que condiciona la propia actividad política y social (el mito de desbordar controladamente la zona roja que ha llenado diarios y TV por meses y meses) a punto de dejar en segundo plano los contenidos.
5. El blindaje de Génova, el control militar del territorio en formas hasta ahora desconocidas en Italia, la descarga de la potencia policial, han representado una provocación que muchos han considerado intolerable y a la cual era necesario dar una respuesta. Las manifestaciones de masa se explican de este modo. Y a pesar del cargado clima policial y de asedio que ha distinguido a Génova (pero no a su población, o al menos esa gran parte que se ha mostrado sensible y solidaria), el 19 decenas y decenas de miles de personas estaban en las calles, de la misma manera el 21, después del asesinato de Carletto, en un clima decisivamente empeorado, incluso han participado centenares de miles. En una dimensión de ese tipo seria ingenuo no esperar formas de contestación más duras y violentas. Quien ha seguido los sucesos de Seattle, de Praga, de Niza, de Gotemburgo y de otras ciudades sabía que el espectáculo mediático exigía también esta parte. Además, no esta de más recordar que en Italia los centros sociales y la izquierda en general (incluso nosotros) se han interesado en el movimiento antiglobalizador a partir de los enfrentamientos de Seattle.
6. El cuestionamiento del los enfrentamientos callejeros es sorprendente; menos sorprendente es la tentativa afanosa de tratar de individualizar el culpable en este o aquel grupo. Es bien claro sin duda que alejar el malo de sí, llenándolo además de calumnias, quiere decir tratar de reconquistar un espacio de diálogo con la contraparte, el cuestionamiento o esconde una sustancial ingenuidad en relación a las dinámicas de una manifestación internacional como Génova, sobre la cual se volcaron subversivos, transgresores, rabiosos y también provocadores (asalariados o no) de todo el mundo, o en otro sentido representa una tentativa mal intencionada de salvar todo después de no haber sido capaz de "gobernar" las manifestaciones.
7. En Génova en realidad los amos fueron todos los cuerpos represivos del Estado que han tenido las manos libres para registrar, secuestrar, arrestar, golpear, herir y matar. “Legitima defensa” ha gritado el fascista Fini delineando las líneas futuras del comportamiento de las fuerzas del desorden en previsión de las manifestaciones callejeras que se harán en respuesta a las políticas de recorte del gasto publico (salud, jubilaciones, etc.) ya anticipadas por el nuevo ejecutivo. Es necesario no olvidarse que el plato a la derecha lo ha servido la izquierda, creando todos los presupuestos (militarización y blindaje) para aquello que después sucedió.
8. La fuerza represiva del Estado que se ha desplegado no sólo en uniforme, sino también infiltrándose en las manifestaciones, con el trabajo de inteligencia antes y durante las jornadas de julio, con los controles de frontera, de los centros sociales, en estrecha coordinación con sus colegas de otros países, principalmente estadounidenses, ha desplegado su control sobre el territorio de la manera que sabemos, al punto de merecer las felicitaciones de sus homólogos. Si no hubiera estado el Black Block, habrían creado otro: la voluntad de abuso y de violencia se respiraba en el aire. Muchos de los que llegaban del exterior no tenían conocimiento de la real situación en el lugar, ni de la naturaleza y las características del movimiento de oposición local, y mucho menos de lo que se estaba jugando a nivel político italiano. Las propias características de Génova, de su carácter popular y sustancialmente progresistas eran de hecho ignoradas. Actuar con la escenografía de tambores y atacar en frío (aunque sí en modo selectivo como ha reconocido la policía) bancos y aseguradoras ha ofendido y sorprendido a muchos, pero no a la policía que ha sabiendas ha empujado, dónde podía y cuándo podía, los grupos del BB en dirección de la manifestación para provocar la reacción y reprimir duramente a los manifestantes desarmados. Y la reacción fue de rabia y bronca, haciendo saltar acuerdos y pantomimas. Pacíficos manifestantes se defendieron con lo que encontraban; así murió Carletto. Y que no se diga que la culpa es de unos pocos grupos, porque cuando los enfrentamientos se mantienen por horas en un escenario siempre más amplio, es porque siempre son más personas las que participan en los sucesos. Y cuanto más duro es el comportamiento de la policía, mayor es la reacción, incluso desesperada, y devastadora, de quien es víctima, más si se trata de jóvenes metropolitanos, habituales sujetos de la cotidiana acción policial de control.
9. Es una practica común cuando se pierde el control de la manifestación acusar a los incontrolados, a los extremistas más infames. En este ejercicio se han lanzado muchos. Por otro lado tomar distancia sirve para escapar a cualquier autocrítica, y salvar las posibilidades de reiniciar un dialogo “democrático”. En un juego de ese tipo los anarquistas son las figuras más buscadas por el imaginario que encima le han cocido. Si no hay se inventan, si están se enfatizan, si están de manera que no “sirven al juego” se ignoran. Estamos acostumbrados a que nuestras manifestaciones se pierdan entre las líneas de los diarios, a que nuestras actividades publicas sean tapadas por cualquier petardo. Pero no son los medios de comunicación nuestros referentes: los medios construyen y manipulan fantasmas. Lo importante es no hacerse condicionar y mantener siempre una relación estrecha con lo cotidiano, reivindicando nuestra subjetividad.
10. La presencia de nazis en Génova no se ha verificado. Dudas, voces, presentimientos se suceden. Es verdad que en el interior del extremismo de derecha, se agitan corrientes y pulsaciones contrarias a los procesos de globalización capitalista, dispuestos a una lucha de carácter nacional en defensa de la comunidad. No sorprendería por lo tanto una presencia militante tapada tendiente a lograr el objetivo de deflagración de un movimiento variado para impedir la consolidación a izquierda manteniendo abierta la posibilidad de su recuperación. Una vez más se confirma la necesidad y la urgencia que la lucha a la derecha sea también una batalla cultural tendiente a desmantelar presupuestos y valores, para evitar de volver a un antifascismo de retaguardia y por si mismo inexorablemente perdedor.
11. El movimiento no se ha deflagrado; por el contrario ha recibido el apoyo de las muchisímas manifestaciones que en toda Italia han denunciado el comportamiento policial. El intento de la fuerza represiva del Estado, por mandato del sistema de poder global, de dar un golpe decisivo al movimiento, ha fallado; si bien los abusos del poder y la violencia producida quedaran en el recuerdo de quien la ha sufrido. La violencia de Estado tiene siempre una finalidad ejemplarizante, sobre todo si es destinada a los jóvenes. Volver a dar confianza y voluntad de lucha a las víctimas de tal violencia será uno de los deberes más importantes del movimiento.
12. Si el intento de reducir el movimiento a las representaciones callejeras útiles a la simulación del conflicto ha llegado a su destino, también el intento de forzar a través de manifestaciones callejeras la rotura de lo que es sentido como un nuevo pacto social entre el Estado y los componentes más moderados de los centros sociales ha demostrado de hecho su inconsistencia, más allá de los aspectos espectaculares del enfrentamiento. No es sobre esos planos que generalmente se logra un crecimiento del conocimiento social. Se puede desvelar la violencia de estado, se puede probar la embriaguez del colectivo que se reconoce en el ejercicio momentáneo del contrapoder, pero la dimensión militar a que sustancialmente se reduce el enfrentamiento lo deforma en ordenamientos jerárquicos. Otro es el camino a privilegiar, el camino de la autoorganización, de la lucha cotidiana, del duro trabajo de construcción de un movimiento anarquista que, libre de las jaulas de la osificación ideológica, sepa ser un agente, real y concreto, de la transformación social.

El Trío Lescano
Traducido libremente por Alter

Documento #1: Los anarquistas: el blanco de la represión.
Documento #2: Europol, cumbre Madrid
Documento #3: Comunicado de prensa de la Federazione Anarchica Italiana
Documento #4: Anarchici
Documento #5: Algunas reflexiones sobre las jornadas de Génova
Documento #7: Anarchist/Black Bloc motivation explained
Documento #8: La criminalización del Black Block: punto para el Estado